Si algo hacen bien los americanos es montar los espectáculos como pocos, y eso es precisamente la Super Bowl, un show que va mucho más allá del deporte. Este año no ha habido grandes escándalos pero no por ello las actuaciones musicales han pasado desapercibidas. El famoso descanso del partido fue el momento que millones de seguidores estaban esperando. Bruno Mars aparecía en el escenario marcándose un solo de batería para interpretar poco después Locked Out Of Heaven y tras ella, otra canción perteneciente a 'Unorthodox Jukebox', Treasure.
Inmediatamente después aparecían Red Hot Chili Peppers para interpretar junto a Mars una de sus canciones por excelencia, Give It Away. Poco duraron los californianos en el escenario. Al término de la canción se despidieron para infortunio de sus fans al tiempo que Bruno Mars comenzaba a tocar los primeros acordes de Just The Way You Are, momento en el que el patriotismo americano inundó el estadio con los mensajes de algunos militares destinados en diferentes misiones.
Deporte, música, fuegos artificiales, luces de colores conformaron el gran espectáculo que año a año nos deja la Super Bowl.
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